On March 17th it´s celebrated SaintPatrick.It´s the Irish national holiday, because saint Patrick is the patron of Ireland. Do you know something more about this?
Hello teacher and children, The symbol of saint Patrick is the shamrock. This is the leaf of a clover. The main colour for this day is green, but the colours of the Ireland´s flag too(orange, green and white). see you wearing green clothes. XOXOXO
Hi, Saint Patrick is celebrated on 17th March in ireland , but in other countries too. Last year I watched TV Saint Patrick´s parade in New York.In NY. there is a big immigration of irish people, it is a lot of irish people in the city , and they are like a town in a part of New York. I have a friend who plays in the Real Banda de gaitas de Ourense, and they marched in this parade.It was great! bye
Hello, Saint Patrick is on 17th March,and I´m going to wear something green because is the colour of this day. I´m going to watch the Patrick´s parade on TV. I have got a big hat of s. Patrick. Bye
Érase una vez un molinero que tenía tres hijos. El hombre era muy pobre y casi no tenía bienes para dejarles en herencia. Al hijo mayor le legó su viejo molino, al mediano un asno y al pequeño, un gato.
El menor de los chicos se lamentaba ante sus hermanos por lo poco que le había correspondido.
– Vosotros habéis tenido más suerte que yo. El molino muele trigo para hacer panes y tortas y el asno ayuda en las faenas del campo, pero ¿qué puedo hacer yo con un simple gato?
El gato escuchó las quejas de su nuevo amo y acercándose a él le dijo:
– No te equivoques conmigo. Creo que puedo serte más útil de lo que piensas y muy pronto te lo demostraré. Dame una bolsa, un abrigo elegante y unas botas de mi talla, que yo me encargo de todo.
El joven le regaló lo que le pedía porque al fin y al cabo no era mucho y el gato puso en marcha su plan. Como todo minino que se precie, era muy hábil cazando y no le costó mucho esfuerzo atrapar un par de conejos que metió en el saquito. El abrigo nuevo y las botas de terciopelo le proporcionaban un porte distinguido, así que muy seguro de sí mismo se dirigió al palacio real y consiguió ser recibido por el rey.
– Majestad, mi amo el Marqués de Carabás le envía estos conejos – mintió el gato.
– ¡Oh, muchas gracias! – respondió el monarca – Dile a tu dueño que le agradezco mucho este obsequio.
El gato regresó a casa satisfecho y partir de entonces, cada semana acudió al palacio a entregarle presentes al rey de parte del supuesto Marqués de Carabás. Le llevaba un saco de patatas, unas suculentas perdices, flores para embellecer los lujosos salones reales… El rey se sentía halagado con tantas atenciones e intrigado por saber quién era ese Marqués de Carabás que tantos regalos le enviaba mediante su espabilado gato.
Un día, estando el gato con su amo en el bosque, vio que la carroza real pasaba por el camino que bordeaba el río.
– ¡Rápido, rápido! – le dijo el gato al joven – ¡Quítate la ropa, tírate al agua y finge que no sabes nadar y te estás ahogando!
El hijo del molinero no entendía nada pero pensó que no tenía nada que perder y se lanzó al río ¡El agua estaba helada! Mientras tanto, el astuto gato escondió las prendas del chico y cuando la carroza estuvo lo suficientemente cerca, comenzó a gritar.
– ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Mi amo el Marqués de Carabás no sabe nadar! ¡Ayúdenme!
El rey mandó parar al cochero y sus criados rescataron al muchacho ¡Era lo menos que podía hacer por ese hombre tan detallista que le había colmado de regalos!
Cuando estuvo a salvo, el gato mintió de nuevo.
– ¡Sus ropas no están! ¡Con toda esta confusión han debido de robarlas unos ladrones!
– No te preocupes – dijo el rey al gato – Le cubriremos con una manta para que no pase frío y ahora mismo envío a mis criados a por ropa digna de un caballero como él.
Dicho y hecho. Los criados le trajeron elegantes prendas de seda y unos cómodos zapatos de piel que al hijo del molinero le hicieron sentirse como un verdadero señor. El gato, con voz pomposa, habló con seguridad una vez más.
– Mi amo y yo quisiéramos agradecerles todo lo que acaban de hacer por nosotros. Por favor, vengan a conocer nuestras tierras y nuestro hogar.
– Será un placer. Mi hija nos acompañará – afirmó el rey señalando a una preciosa muchacha que asomaba su cabeza de rubia cabellera por la ventana de la carroza.
El falso Marqués de Carabás se giró para mirarla. Como era de esperar, se quedó prendado de ella en cuanto la vio, clavando su mirada sobre sus bellos ojos verdes. La joven, ruborizada, le correspondió con una dulce sonrisa que mostraba unos dientes tan blancos como perlas marinas.
Hello girls and boys,
ReplyDeleteSaint Patrick is a good day for wearing in green.I want to wear a green Tshirt, What about you?
Bye!
Hello teacher and children,
ReplyDeleteThe symbol of saint Patrick is the shamrock. This is the leaf of a clover.
The main colour for this day is green, but the colours of the Ireland´s flag too(orange, green and white).
see you wearing green clothes.
XOXOXO
Hi,
ReplyDeleteSaint Patrick is celebrated on 17th March in ireland , but in other countries too.
Last year I watched TV Saint Patrick´s parade in New York.In NY. there is a big immigration of irish people, it is a lot of irish people in the city , and they are like a town in a part of New York.
I have a friend who plays in the Real Banda de gaitas de Ourense, and they marched in this parade.It was great!
bye
Hello,
ReplyDeleteSaint Patrick is on 17th March,and I´m going to wear something green because is the colour of this day.
I´m going to watch the Patrick´s parade on TV.
I have got a big hat of s. Patrick.
Bye
Érase una vez un molinero que tenía tres hijos. El hombre era muy pobre y casi no tenía bienes para dejarles en herencia. Al hijo mayor le legó su viejo molino, al mediano un asno y al pequeño, un gato.
ReplyDeleteEl menor de los chicos se lamentaba ante sus hermanos por lo poco que le había correspondido.
– Vosotros habéis tenido más suerte que yo. El molino muele trigo para hacer panes y tortas y el asno ayuda en las faenas del campo, pero ¿qué puedo hacer yo con un simple gato?
El gato escuchó las quejas de su nuevo amo y acercándose a él le dijo:
– No te equivoques conmigo. Creo que puedo serte más útil de lo que piensas y muy pronto te lo demostraré. Dame una bolsa, un abrigo elegante y unas botas de mi talla, que yo me encargo de todo.
El joven le regaló lo que le pedía porque al fin y al cabo no era mucho y el gato puso en marcha su plan. Como todo minino que se precie, era muy hábil cazando y no le costó mucho esfuerzo atrapar un par de conejos que metió en el saquito. El abrigo nuevo y las botas de terciopelo le proporcionaban un porte distinguido, así que muy seguro de sí mismo se dirigió al palacio real y consiguió ser recibido por el rey.
– Majestad, mi amo el Marqués de Carabás le envía estos conejos – mintió el gato.
– ¡Oh, muchas gracias! – respondió el monarca – Dile a tu dueño que le agradezco mucho este obsequio.
El gato regresó a casa satisfecho y partir de entonces, cada semana acudió al palacio a entregarle presentes al rey de parte del supuesto Marqués de Carabás. Le llevaba un saco de patatas, unas suculentas perdices, flores para embellecer los lujosos salones reales… El rey se sentía halagado con tantas atenciones e intrigado por saber quién era ese Marqués de Carabás que tantos regalos le enviaba mediante su espabilado gato.
Un día, estando el gato con su amo en el bosque, vio que la carroza real pasaba por el camino que bordeaba el río.
– ¡Rápido, rápido! – le dijo el gato al joven – ¡Quítate la ropa, tírate al agua y finge que no sabes nadar y te estás ahogando!
El hijo del molinero no entendía nada pero pensó que no tenía nada que perder y se lanzó al río ¡El agua estaba helada! Mientras tanto, el astuto gato escondió las prendas del chico y cuando la carroza estuvo lo suficientemente cerca, comenzó a gritar.
– ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Mi amo el Marqués de Carabás no sabe nadar! ¡Ayúdenme!
El rey mandó parar al cochero y sus criados rescataron al muchacho ¡Era lo menos que podía hacer por ese hombre tan detallista que le había colmado de regalos!
Cuando estuvo a salvo, el gato mintió de nuevo.
– ¡Sus ropas no están! ¡Con toda esta confusión han debido de robarlas unos ladrones!
– No te preocupes – dijo el rey al gato – Le cubriremos con una manta para que no pase frío y ahora mismo envío a mis criados a por ropa digna de un caballero como él.
Dicho y hecho. Los criados le trajeron elegantes prendas de seda y unos cómodos zapatos de piel que al hijo del molinero le hicieron sentirse como un verdadero señor. El gato, con voz pomposa, habló con seguridad una vez más.
– Mi amo y yo quisiéramos agradecerles todo lo que acaban de hacer por nosotros. Por favor, vengan a conocer nuestras tierras y nuestro hogar.
– Será un placer. Mi hija nos acompañará – afirmó el rey señalando a una preciosa muchacha que asomaba su cabeza de rubia cabellera por la ventana de la carroza.
El falso Marqués de Carabás se giró para mirarla. Como era de esperar, se quedó prendado de ella en cuanto la vio, clavando su mirada sobre sus bellos ojos verdes. La joven, ruborizada, le correspondió con una dulce sonrisa que mostraba unos dientes tan blancos como perlas marinas.
– Si le parece bien, mi amo irá con ustedes en